Víctima, Agresor y Testigo; Concienciando roles y transformando al Salvador.

¿Cómo nos ayudamos a liberarnos de la opresión interna y externa? ¿Cómo recuperamos el poder de la víctima y el agresor para ayudarnos a poner en relación estas dos partes, estos dos roles, de manera más consciente?

En este taller vamos a aprender a gestionar mejor estas partes internas y externas (Víctima y Agresor) y cómo poder desplegar al “Testigo”, en vez del “Salvador”, para generar consciencia y visibilidad.

En el mes de Abril que acaba de empezar tenemos dos talleres para profundizar en esto que os traemos.

Introducción Online (18€): Sábado 10 de abril, de 10h a 13h. 

Taller presencial completo de fin de semana, en La Colmena de Àfrica, Conil (Cádiz) (75€): 

Sábado 17 de abril, de 10h a 14h y de 18h a 19h

Domingo 18 de abril de 10h a 14h

Se pueden hacer los dos, la intro online y el presencial completo, o cualquiera de los dos por separado.

Un mundo interesado en la paz es un mundo interesado en gestionar los conflictos, negociar el poder, los privilegios, el espacio, etc. La democracia profunda no tiene nada que ver con pensar igual y comportarnos de la misma manera. Tiene que ver con entrar en relación entre las distintas partes a nivel profundo, pudiendo desplegar todas las experiencias, reconociéndose y conectando con el poder interior de cada parte.

El vector de nuestra violencia se despierta cuando hay un acto que sentimos que es injusto, bien hacia nosotros/as o hacia terceras personas. Cuando esto ocurre hay un impacto que se traduce en un cúmulo de emociones y sentimientos (dolor, miedo, rabia, confusión, culpa, desprecio..). 

Este impacto se da a nivel intrapsíquico, interrelacional y sistémico, por tanto, tiene componentes personales (tu propio sistema de creencias construido desde la infancia), y sociales (el sistema de creencias sistémico y estructural de opresión del que formamos parte). En nuestro taller nos centraremos en el trabajo a nivel personal, qué nos ocurre y qué patrones podemos transformar.

Y es que en muchas de estas ocasiones solemos marginar nuestros sentimientos y necesidades, en parte, porque nuestro crítico interno nos limita la expresión y empiezan a aparecer los patrones inconscientes de reacción, lucha, huida o bloqueo. 

Puede aparecer también el proceso de normalizar la violencia, es decir, justificar nuestra propia violencia por el daño que hemos recibido. Nos identificamos más con un deseo de justicia y no tanto con la venganza, pero también esta está presente. Y cuando nos identificamos con la venganza, la justicia también está de fondo. Normalizar la violencia tb es normalizar que otras personas te opriman u opriman a otras personas. 

La sensación de justicia está definida por mi sistema de valores y creencias. La injusticia y la inseguridad están muy relacionadas y se dan cuando sentimos una invasión no permitida, cuando alguien ocupa mi espacio o mi psicología sin permiso, cuando siento que me quitan poder, que me quitan sensación de valor personal u oprimen lo que soy. Entonces la experiencia puede despertar un trauma interno porque está llena de asociaciones de mi pasado, de sucesos, de situaciones, … en las que no me he podido defender.

En el impacto puede haber un trance relacionado con una situación de disociación entre dos partes nuestras que no conseguimos poner en relación y expresarlas congruentemente. Si aumenta la tensión, se puede activar el crítico con fuerza, aumentará la temperatura y pueden aparecer la rabia o el asco y empezar la transformación de ser víctima a ser agresor

Si podemos intervenir en el momento del impacto, en directo o rememorándolo, podemos salir del vector pero necesitamos consciencia dual, es decir, conectada con ambas experiencias (víctima y agresor). Reconectando con el poder perdido podemos aliviar el trauma del shock y rescatar la habilidad de dejar de vivir la experiencia que te hace daño, poner límites, pedir responsabilidad, etc. 

También ayudar a que la historia sea contada, escuchada, recordada… nos ayuda a generar consciencia y conectarnos con la metaposición del testigo. Vivir la experiencia conectándonos con ambos sentimientos y necesidades y pudiendo a la vez expresarlo para desplegar el rol “Testigo” y mostrarlo externamente pidiendo consciencia y responsabilidad.

Profundizaremos en este enfoque dando claves importantes y abordaremos las situaciones reales que nos traigáis, acompañando con metodologías de Facilitación de Grupos y Trabajo de Procesos, para ir desarrollando habilidades de comunicación y transformación del conflicto

Si vives situaciones relacionadas con estos roles, personalmente o en tu entorno, y quieres saber cómo facilitar la relación. Apúntate y aprovecha esta oportunidad, reserva tu plaza y te mandaremos el enlace a la sesión.

Escribe a alfonso.costi@gmail.com para aclarar dudas, ampliar información y confirmar reserva de plazas. 

Maro L. Cano y Alfonso Costi (Facilitadoras del IIFACe y el Centro de Transformación del Conflicto Humano)

La Comunicación en tu Sistema Familiar

Seguimos abriendo puertas en la comunicación y este mes de diciembre nos adentramos en la familia, con vistas a la Navidad. El sábado 19 haremos taller online (18€), de 10h a 13h, y el domingo 20 será presencial (50€), de 10h a 18h, en La Colmena de África (Conil). (Podemos aportar justificante para desplazamientos)

En este caso vamos a poner atención a las dinámicas de relación entre los arquetipos del Padre, la Madre y el/la Hijo/a. Darnos cuenta con un poco más de profundidad, o claridad, de las características y dinámicas que asociamos a cada uno de estos roles, de cómo podemos representarlos y de cómo los demás tratan de colocarnos en ellos. 

Cómo ya hemos dicho otras veces, darme tiempo para entender y notar lo que siento me ayuda a saber qué necesito y me facilita actuar con asertividad, poniendo en valor la colaboración para cubrir las necesidades mutuas en las relaciones. 

Los estilos de comunicación, las habilidades, las barreras y los privilegios nos van a dar información de las dinámicas de rango en el campo relacional. Los sistemas de creencias nos van a mostrar la estructura de normas, valores, etc., que define la identidad familiar y veremos cómo eso nos afecta dependiendo si estamos más o menos identificados con ella.

Trataremos de desarrollar estos roles con sinceridad, fortaleza interna, valentía, amor incondicional, confianza, respeto, etc., para que nos ayuden a conseguir ponerlos en relación de manera sana y madura.

Podemos ocuparlos excesivamente condicionados por patrones ineficientes, creencias limitantes y críticos internos inflamados, actuando de manera inconsciente que pueda estimular la generación de miedo, rabia, tristeza, inseguridades, rechazo, etc. Aquí algunos posibles ejemplos:

¿Por qué no puedes hacer nada como es debido? Hay que hacer las cosas según las normas establecidas. Ser estricto consigo mismo y con los demás. Qué los demás se adapten a lo que yo necesito. La manera de solucionar los problemas es cambiar al otro por las buenas o por las malas.

¡Tu no te preocupes que yo te lo soluciono! ¿Qué sería de ti si no fuera por mi? 

No puedo hacer eso porque se van a enfadar. ¡Déjalo, no lo hago y así no hay problemas!

¡Bueeeeno! No pasa nada, vamos a dejarlo.

¡No teneis ni idea de lo que es vivir así! ¡Nunca voy a poder cambiar nada!

Yo no soy capaz, necesito que me lo hagas tú. ¡Por favor! No me puedes dejar tirado.

Veremos las relaciones con el triángulo dramático (Víctima, Salvador y Opresor) y hablaremos del cuarto rol, el Testigo, para crear posibles maneras de salir del triángulo.

En el formato presencial practicaremos una herramienta para crear espacios de diálogo profundos, el Foro Orientado a Procesos (FOP), con el objetivo de tratar los temas que crean conflicto en las familias. El FOP es una propuesta de La Democracia Profunda de los Foros Abiertos, de Arnold Mindell, que trata de dar espacio a expresarnos sobre un tema de forma dinámica yendo más allá que los ideales y opiniones, profundizando en nuestra experiencia personal y en cómo nos afecta hoy en día la temática que estemos tratando.

Reserva tu plaza: 688910830 alfonso.costi@gmail.com

Acompañantes: Maro L. Cano y Alfonso Costi (facilitadores IIFACE, Trabajo de Procesos)

escueladevidas.com

@lacolmenadeafrica

¡AYÚDAME A CAMBIAR DE OPINIÓN!

El otro día relajándome en una clase de yoga me fijé cómo mi cuerpo aprendía a soltarse cuando ponía atención en cada parte. Y pensé… ¡Ostras! ¿Cómo me puede ayudar esto a cambiar de opinión?

Lo he hecho muchas veces y siempre experimento una sensación parecida en la que cada parte de mi cuerpo se va relajando a medida que pongo atención en ella. Me permito darle el tiempo y el permiso para ello, con confianza de que nada malo va a pasar, incluso va a ser beneficioso, y es lo que quiero hacer en ese momento.

Poco a poco mi cuerpo se va relajando más, mi ritmo se ralentiza y mis pensamientos parecen más libres y abiertos a nuevas perspectivas.

De la misma manera que mi cuerpo aprende a relajarse y soltar, mi mente también aprende a soltar. Cuando nos aferramos demasiado a una idea o manera de actuar que genera tensión en el ambiente sería interesante conseguir soltar un poco. Nos ayudará a tener una mayor sensación de conexión y más espacio para nuevas perspectivas que faciliten el avance.

Las sensaciones que percibo cuando permito que mi cuerpo o mi mente se suelten son muy parecidas. Hacerlo con el cuerpo siendo consciente de ello me va a ayudar a integrar maneras de soltar para que todo yo aprenda a hacerlo y sea más fácil cuando esté en una situación tensa con la comunicación alterada.

Pruébalo ahora mismo si quieres, échate para atrás, ponte en una postura relajada y permite que tu cuerpo suelte un poco. Nota las sensaciones y defínelas para escribirlas y ver cómo es soltar para ti. Ahí tendrás una posible estrategia para permitirte cambiar de opinión o manera de actuar en el momento que lo necesites.

Comunicación Auténtica en las Relaciones

Darnos cuenta de lo que nos ocurre, comunicarlo de forma coherente con nuestros sentimientos y necesidades, escuchar a la otra parte y crear un ambiente de confianza y presencia, son pasos que facilitan el camino hacia un mayor entendimiento.  

¿Cómo son tus relaciones profesionales y personales? ¿Qué dificultades encuentras en la comunicación?  

  • ¿Te resulta complicado expresar?  
  • ¿No sabes qué decir de todo lo que te pasa por dentro?  
  • ¿Expresas algo distinto a lo que quieres?  
  • ¿No te entienden? o ¿Piensas que entienden algo diferente?  
  • ¿Le quitas importancia en ese momento aunque sí te parezca importante?  
  • ¿Reaccionas de maneras distintas a las que te gustaría?  
  • ¿Te da miedo hablar porque piensas que va a ser peor? … 

Estas situaciones crean tensión, y pueden dar lugar a conflictos que resultan complicados de identificar y gestionar. Aparecen entonces sentimientos de frustración, enfado, tristeza, bloqueo, rechazo, etc… Es ahí donde nos acercamos a nuestros límites, la crítica interna se apodera de la situación y reaccionamos automáticamente sin poder crear nuevas estrategias. 

Y… ¿Cómo definimos estos límites? ¿Cómo podemos acercarnos con mayor consciencia y aprender de ellos? ¿Cómo crear estrategias que nos ayuden a cubrir necesidades y completar las experiencias?

Para este curso planteamos unos talleres donde abriremos un espacio para visibilizar todas estas cuestiones, abordarlas en profundidad y desarrollar estrategias para afrontar cada nuevo reto.

En cada taller nos enfocaremos en la temática propuesta siguiendo el hilo conductor de la comunicación en relación a esos temas. Con ejemplos y situaciones reales que nos traigáis, pondremos en práctica dinámicas y herramientas desde la metodología de Facilitación de Grupos y Trabajo de Procesos, para ir desarrollando habilidades de comunicación y transformación del conflicto. 

La propuesta de temas en este curso será  la siguiente:

1er. Trimestre – La Pareja y la Familia

  1. Octubre: La comunicación en la Pareja I (Microabusos, límites, críticas constructivas,…)
  2. Noviembre: La comunicación en la Pareja II (CNV y claves para poner en práctica)
  3. Diciembre: La comunicación en tu Sistema Familiar (Roles, sistemas de creencias, rango, poder y metahabilidades)

2º Trimestre – “Si me escuchara, me entendería”

  1. Enero: Las Responsabilidades (Patrones de comunicación, expresión de sentimientos y necesidades)
  2. Febrero: La Queja (¿Cómo la expreso? Hacia fuera, hacia dentro,…)
  3. Marzo: Deseos, Demandas, Necesidades y Carencias (Pedir sin exigir)

3er Trimestre – “Privilegios, Rangos y opresiones sistémicas”

  1. Abril: Víctima, agresor, testigo. Abusos y el vector de la violencia 
  2. Mayo: Recuperando el poder personal

      Epílogo (Junio): El arte de explorar los conflictos 

Para información mas detallada entra en la sección Comunicación Auténtica en las Relaciones/Ciclo Anual Presencial. (https://holonauta.wordpress.com/c-a-r/comunicacionautentica-presencial/)

En toda relación, marcar límites es importante…

En nuestras dinámicas de comunicación en las relaciones van apareciendo límites en la medida que definimos cómo queremos hacer uso de nuestro espacio y tiempo. Son zona de contacto entre las partes individuales, una línea que marca el respeto, una frontera que se establece para poder diferenciar los espacios y ponerlos en relación.

Poner límites, poder expresarlos y percibirlos, a veces no es un camino fácil. Para saber cuándo hay que marcarlos, debemos entenderlos primero. Es sobre todo importante cómo lo hacemos. Requiere de conciencia y habilidad para traspasar las barreras y miedos que aparecen en el proceso.

¿Por qué cuesta ponerlos? Los juicios hacia la otra persona, el temor a que su reacción no nos guste…  Miedos a las consecuencias, a incomodar, o por complacer más a la otra persona que a una misma. Es un momento de conexión con las sensaciones internas, pararnos a escuchar y ver que hay realmente, permitirnos expresar de manera auténtica. ¿Qué quieres permitir? ¿Qué no quieres permitir?

En el siguiente módulo del ciclo de talleres sobre la Comunicación Auténtica en las Relaciones, el viernes 27 de marzo, trataremos los límites y practicaremos para tener más destreza al gestionarlos.

 

Vente a Practicar la Comunicación Auténtica en las Relaciones

COMUNICACIÓN AUTÉNTICA EN LAS RELACIONES

En este grupo de prácticas abordaremos la Comunicación Auténtica en las Relaciones, de forma profunda y profusa, a título individual, y con el sostén del grupo. Aprenderemos a gestionar nuestros conflictos, a empezar a mirarlos de frente, saliendo de los patrones típicos de huida, lucha o bloqueo.

El objetivo es integrar herramientas que nos apoyen para nuestro día a día, y que el grupo sea un lugar donde sostener lo que nos ocurre, encontrar nuevas vías de transformación, aprender a conocernos desde un lugar empático y asertivo. Este formato será anual, de manera continuada, 8 sesiones de cuatro horas, desde noviembre de 2019 a junio 2020.

Nos nutrimos de varias fuentes y disciplinas metodológicas recogidas de la Facilitación y el acompañamiento a los grupos en sus procesos de cambio, de Trabajo de Procesos (Gestión emocional, terapia individual y grupal), de Biodescodificación y de nuestra propia experiencia vital trabajando y conviviendo en comunidades. Este grupo de prácticas está especialmente dedicado a las personas que quieran facilitar el avance en una situación complicada en la convivencia, en casa, en el trabajo, en la familia, en un grupo de amigos, etc.

Si quieres dar un giro a tus relaciones personales o laborales, si quieres avanzar para transformar esas situaciones incómodas y aprender herramientas para tu propio crecimiento, vente a practiCAR.

Pincha en este enlace para ver el Contenido de los Talleres CAR

TITULO COMUNICACION

Cuando te duele algo …

Mafalda

En determinadas situaciones necesitamos expresar de alguna manera lo que nos pasa. A veces no sabemos cómo hacerlo y en otras ocasiones no es el momento oportuno. Expresar las  dificultades es importante para que las emociones no se queden enquistadas. Tarde o temprano saldrán aunque no queramos, así que expresarlo de la manera más coherente posible, nos ayudará a gestionarlo.

En general, darnos espacio donde gestionar las diferencias y aprender a comunicarnos sabiendo enfocar en sentimientos, necesidades y límites son claves importantes para poner más claridad en las relaciones.

Darnos cuenta de lo que nos ocurre, comunicarlo de forma coherente con nuestros sentimientos y necesidades, escuchar a la otra parte y crear un ambiente de confianza y presencia, son pasos que facilitan el camino hacia un mayor entendimiento.

  • ¿Cómo son tus relaciones profesionales y personales? ¿Qué dificultades encuentras en la comunicación?
  • ¿Te resulta complicado expresarte?
  • ¿No sabes qué decir de todo lo que te pasa por dentro?
  • ¿Expresas algo distinto a lo que quieres?
  • ¿No te entienden? o ¿Piensas que entienden algo diferente?
  • ¿Le quitas importancia en el momento aunque sí te parezca importante?
  • ¿Reaccionas de maneras distintas a las que te gustaría?
  • ¿Te da miedo hablar porque piensas que va a ser peor? …

Estas situaciones crean tensión, y pueden dar lugar a conflictos que resultan complicados de identificar y gestionar. Aparecen entonces sentimientos de frustración, enfado, tristeza, bloqueo, rechazo, etc.… Es ahí donde nos acercamos a nuestros límites.

Y… ¿Qué hay detrás de estos límites? ¿Cómo podemos acercarnos con mayor consciencia y aprender de ellos?

En los talleres que hacemos sobre la Comunicación Auténtica en las Relaciones abrimos espacios para visibilizar todas estas cuestiones, abordarlas de forma profunda y desarrollar estrategias para afrontar cada nuevo reto.

El proceso del conflicto como una puerta a la libertad y a la unidad

 

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Los grupos son entes o conjuntos de personas que tienen una gran complejidad en todas sus capas. Si nos centramos tan sólo en un primer vistazo podemos ver su misión, su visión, sus objetivos, sus actividades, su estructura; cuestiones que probablemente si le preguntamos a todas las personas del grupo por separado, responderán todas lo mismo. Esto es lo que llamamos la “Realidad consensuada” del grupo.

“Somos un grupo que fomentamos la participación de todas las personas”

Si seguimos ahondando en las capas, profundizando un poco más en lo que hay detrás de esas palabras consensuadas, probablemente, habrá más diferencia entre las personas del grupo e incluso, algunas de esas diferencias pueden ser la semilla de un posible conflicto en el futuro.

“¿Qué significa participación?, ¿Qué significa fomentar? y ¿qué significa que todas las personas participen?”

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Entrar en el debate y reflexión interna de lo que es la participación en el grupo, puede llevar a que afloren diferentes opiniones, experiencias y vivencias dentro del grupo. Puede ser que incluso, esa palabra sea semilla de un conflicto. En caso de que lo fuera, el hecho de visibilizar todas las voces y opiniones sobre el mismo; permitirá que esa capa oculta en el subconsciente del grupo, emerja… será cuando nos adentremos en la siguiente capa, que llamamos la de los “Sueños”.

Una vez se han reconocido mutuamente todas las voces, se han comprendido y han empatizado; probablemente podamos alcanzar una solución temporal que nos ofrecerá una pequeña ventana a la última capa, la de “Esencia”, donde ya no hay polaridades o las dos se incluyen en la unidad.

Cuando trabajamos con los grupos desde la perspectiva de los procesos; hacemos un viaje por estas 3 capas: la realidad consensuada, sueños y esencia. Como si de un iceberg se tratara, nos adentramos también en la cara oculta del grupo, dejamos que salga a luz y emerja esa parte del iceberg que no se ve para que forme parte también de la realidad consensuada del grupo; una vez se ha llegado a una solución temporal en el grupo. El grupo actuará a través de sus roles (o espíritus temporales) o a través de su rango (social o psicológico)

Entonces…¿qué conceptos son claves en la facilitación orientada a procesos?

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¿Qué es un proceso?

Es una historia que quiere ser expresada o vivida y que convive en múltiples niveles (personal, grupalmente y en diferentes niveles de consciencia).

¿Cómo nos acercamos a un grupo desde el enfoque de procesos?

Observamos las señales que aparecen en los diferentes canales (visual, auditivo, kinestésico, corporal, del ambiente…) y favorecemos espacios en los que se pueda expresar con mayor facilidad y consciencia; atendiendo a los diferentes roles y rangos que hay en el grupo.

A través de estas señales, identificamos la intensidad de los procesos que están emergiendo y podemos decidir qué hacer con ellos. Aquí es cuando decimos que el conflicto es el precio de la libertad de los grupos. Adentrarnos en el conflicto, en el fuego, nos ayuda a desanudar un nudo en la garganta del grupo que no les permite fluir y avanzar.

¿Qué son los Roles o espíritus temporales?

Posición, punto de vista o rango cultural que dependen del momento y el lugar. Los roles y espíritus temporales cambian rápidamente porque son función del momento y del lugar, no son fijos, sino fluidos. Son representados por diferentes personas y partes a lo largo del tiempo, y se mantienen en un permanente estado de flujo.

¿Qué es el Rango?

Es la suma de privilegios que tiene una persona.   Es importante reconocer los privilegios que uno tiene para no caer en abusos de rango y poder llevarlos / vivirlos lo más saludablemente posible; para tí y para las personas con las que estás en el grupo.

¿Qué es el Campo grupal? 

Conjunto de espíritus o de roles que necesitan estar expresados en el ambiente y van cambiando constantemente. La suma de todos los individuos crea un campo grupal que es un ser vivo en sí mismo.

Escrito por Fono y Ceci

 

Cuando las relaciones se derrumban

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Detrás del apretón de mano que damos en cada relación, tenemos dos acuerdos: uno encima de la mesa y otra debajo. El primer acuerdo es un acuerdo consciente entre las dos personas, que dice “Vamos a apoyarnos uno al otro, vamos a cuidar las necesidades del otro, vamos a escuchar y acomodarnos uno con el otro y nos vamos a comprometer en lo que necesitemos” Estos son acuerdos importantes, sin embargo, están limitados. Cuando el tiempo va pasando, se va convirtiendo más difícil el mantener esos acuerdos, porque, previamente, existían aspectos no revelados de la otra persona, que van apareciendo y que pueden no estar alineados con el acuerdo inicial.

El segundo acuerdo, el que se ha dado debajo de la mesa, no se menciona, sino que es un acuerdo inconsciente entre dos personas que dice:  “Vamos a dejar a un lado aquellos aspectos de nosotros mismos que pudieran amenazar nuestra relación, para que así podamos hacer que nuestra vida funcione mejor juntos, evitando conflictos, que estemos más cómodos uno con el otro y podamos aspirar a alcanzar una relación idílica”. Este segundo acuerdo requiere que cada persona suprima cosas de nosotros mismos, por ejemplo, nuestra personalidad, nuestro bagaje cultural, nuestro estilo personal, nuestras necesidades y deseos… para que no rompamos el barco. Estos aspectos permanecen en la sombra de nuestra relación.

Captura de pantalla 2017-11-03 a las 10.08.11Los aspectos que podríamos suprimir de la persona, podrían ser: no querer estar presente o escuchar a nuestra pareja, porque piensas que debes estar siempre presente para tu pareja; tomarte tiempo a solas porque piensas que debéis estar siempre juntos; seguir tus impulsos (viajar, salir con tus amigos, o la familia, o ver tu programa preferido en la tele, o ir a esquiar… una lista que no tiene fin) porque tu pareja no está interesado/a.

Además, también se podría incluir los estilos diferentes que tenemos de expresarnos o de comunicarnos, que obligan a nuestra pareja a salir de su zona de confort e incluso a la propia relación. Por ejemplo, una persona podría tener, de forma más natural, un estilo de comunicación más inquisitiva, directiva o rápida; mientras que la otra persona podría ser más sensible, lenta, tímida o callada. La primera persona podría acomodarse y suprimir su poder personal para acercarse a la otra persona con más gentileza. La segunda persona, podría suprimir su naturaleza más suave y tratar de ser más inquisitiva con la otra persona. Ninguno de los estilos de comunicación son ni buenos ni malos, pero nos acomodamos en un estilo de comunicación, que no es el propio natural, y esa situación nos resulta difícil de mantener largo tiempo.

Cuando el segundo acuerdo titubea

En algún punto de la relación, el segundo acuerdo, que no es consciente en su plenitud, titubea y deja de cubrir nuestras necesidades, los deseos y nuestros estilos de comunicación emergen a la superficie, y provocan todo tipo de problemas. Salen a la luz en forma de resentimientos, ira, sueños, enfermedades, estados de ánimo, aventuras con otras personas, y muchas otras igual de molestas. En este momento, aparece una pregunta importante: ¿Cómo voy a tratar estos problemas?, ¿Me deprimiré y tendré que tomar anti-depresivos para volver a mi zona de confort?, ¿Podré ignorar esos impulsos y volver al primer acuerdo y decir: “Vale, he encontrado la forma de asentarme en esta relación y puedo estar así el resto de mi vida”, ¿Tengo el deseo, la disposición o el coraje para embarcarme en un viaje de guerreros para crecer personalmente y hacer crecer la relación junto a mi pareja?

Los caminos más comunes que las parejas pueden tomar

Existen 4 caminos más comunes para las parejas que se topan con el reto de afrontar las necesidades inconscientes, los deseos y los estilos de comunicación que emergen pasado el tiempo.

  • 1º Camino: Hemos encontrado en el trabajo con nuestros clientes, que si uno o los dos no están abiertos para trabajar de alguna manera esas nuevas necesidades/deseos o estilos de comunicación, que han salido a la superficie, la pareja volverá a la situación inicial, el status quo del primer acuerdo y desarrollarán estrategias para gestionar aquellos aspectos de la relación que le perturban. Estas estrategias inevitablemente serán insostenibles y contribuirán a que surjan más problemas y dolor. Al final las personas podrían decir en esencia: “Voy a ir a comprar, jugar a las apuestas, a drogarme, a deprimirme o tener una aventura con otra persona”. “O voy a poner toda mi atención, tiempo y energía en hacer más dinero y evitar estar en casa y hacer cosas con mi pareja” O como una pareja, podrían decir en esencia: “vamos a irnos más de vacaciones y vamos a fingir que tenemos una vida buena y que tenemos todas nuestras necesidades cubiertas” Volver al status quo inicial del primer contrato, es el camino más común que suelen adoptar las parejas cuando tienen cuestiones de la pareja que no quieren que emerjan a la superficie.

 

  • 2º Camino: Otro camino que puede adoptar una pareja es cuando se concentran en apoyar a sus hijos/as con dificultades y que requieren de ayuda profesional que les ayude. Al final, los niños/as adoptan esos comportamientos molestos que están en la pareja y que ésta no le da el lugar para que salga o se trabajen. La pareja puede enviar al niño/a a terapia aunque ellos sean los que tienen los problemas, convirtiéndose el niño/a en el “paciente identificado”,  porque es el que aparece como enfermo cuando en verdad es el sistema familiar el que necesita sanación. ¿Por qué no quieres que tus hijos/as vayan a terapia?, ¿Qué hay de malo en eso? Parece que tiene todo el sentido, sin embargo, el hecho de que la misma pareja evite sus problemas, provoca que el niño/a los represente y ello continuará hasta que se deje de ver al niño/a como el “paciente” y sea la pareja la que empiece a responsabilizarse de sus dificultades en la relación. Por supuesto, esta no es la única causa de que el niño/a tenga ese tipo de reacciones, pero siempre puede ser algo que puedes considerar.

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  • 3º Camino: el tercer camino que pueden tomar es aquél en el que las parejas llegan al punto final. En este caso, la relación de pareja termina porque no pueden adaptarse a los cambios. Esto es lo más lejos que podían llegar. Han alcanzado el límite. Todo lo que ha salido en la pareja que se había suprimido, la pareja ya no lo puede soportar más. Esto es perverso y causa mucho dolor. El contenedor no es suficientemente fuerte y la relación llega a su fin.

 

  • 4º Camino: El cuarto camino posible requiere en la pareja un cambio significativo y de crecimiento. Los brazos de la relación se expanden y permiten continuar con las experiencias suprimidas e integrándolas en la relación. Este es el camino menos común porque requiere que ambas personas quieran aprender y crecer individualmente y en la relación. Esto quiere decir que ambas personas tienen que querer reflexionar sobre sí mismas, reconocer sus buenas intenciones y también sus prioridades inconscientes, comunicarse con honestidad y abrirse a la otra persona. En ocasiones habrá que trabajar a través de conflictos dolorosos y vivir coherentes con su individualidad y de una forma más auténtica. No es un camino fácil y normalmente requiere la ayuda externa de un terapeuta que facilite esa transformación de la relación.

Este camino requiere que ambas personas estén genuinamente abiertas para cualquier cambio que se tenga que dar en sí mismas. Si poner el cambio en la mesa y estar abiertas a él no es verdaderamente lo que alguna de las personas quiere hacer, y además mantenerse en coherencia consigo mismas y su naturaleza más profunda; al final ambos estarán cerrados al cambio y la relación podría igualmente morir. No hay juicio, no hay culpa, aquí. Ambas personas están abiertas a aprender y crecer, pero su naturaleza les dice “no” a ese cambio específico, y entonces, al final, la persona que elije no ser coherente consigo misma puede tender a querer mantener intacta la relación.

Cuando una de las personas es más madura que la otra

En relaciones de mucho tiempo, como por ejemplo en el matrimonio, hay veces que una de las personas es más madura (entendido como una persona que ama aprender, crecer y cambiar a lo largo del tiempo) y la otra que no lo es tanto. En nuestra experiencia, en relaciones heterosexuales, la persona más madura suele ser la mujer más que el hombre, pero, por supuesto, esto no es una verdad universal. En general, es más probable que las mujeres vayan a terapia y persigan un crecimiento personal, que los hombres. A veces, hemos encontrado, que la mujer es la que llama para fijar una cita y tener una terapia de pareja. Cuando le preguntamos a ella: ¿Tu pareja quiere venir a terapia?. Ella dice: “Bueno, voy a consultarlo con él, pero yo creo que quiere hacerlo”. En situaciones como esta, es incontable las veces que la mujer sola quiere ir a terapia y el hombre realmente no está interesado en hacer trabajo terapéutico. Ella quiere mirar en la relación e interactuar con ella: ver quién es ella, aprender cosas nuevas y convertirse en un nuevo tipo de persona. Pero su pareja hombre puede decir: “esto es un trabajo duro y cuesta mucho dinero y te quita la vida” Para ella, la terapia te da la vida; y para él te quita.

En ese caso, la terapia de pareja es contraindicativa; la mujer se aprovecharía más de una terapia individual. No sería inteligente por su parte el embarcarse en un camino para intentar cambiarlo a él. De cualquier manera, ella va a conseguir la forma de generar una “separación” real de su pareja, sin ni siquiera terminar la relación (por ejemplo, meterse en una carrera que ella nunca consiguió, salir con los amigos que nunca antes había hecho, no preocuparse de si su pareja está de mal humor o se está separando de ella emocionalmente y financieramente) o al final, ella podría necesitar abandonar.

El Tao en las relaciones

Habría mucho que decir sobre nuestros esfuerzos personales para crecer y desarrollarnos en una relación y el hecho de que esos esfuerzos tengan un efecto significativo en la resiliencia de nuestra relación, la verdad es que, lo que pase en nuestra relación no depende sólo de nosotros. Lo que pasa en nuestras relaciones, incluyendo cuánto van a durar, está sujeto al tao, a la naturaleza, al universo, a Dios, como queramos llamarlo, tiene su propio tiempo. Las relaciones tienen su propios cursos y no se puede controlar su resultado.

Captura de pantalla 2017-11-03 a las 10.11.16En una conferencia, la autora, activista y ganadora del Seven-Time NAACP Image Award Nikki Giovanni explicaba que el Tao en una relación es el camino más divertido, creativo y adecuado. Ella decía (parafraseando), ”¿Recordáis aquellas máquinas que te predecían tu fortuna, como Zoltar en la Isla Coney? Expendían un ticket con tu fortuna”

“Con las relaciones” ella explicada “es como si una adivinadora sacara una carta y le contara a la persona cuánto tiempo se supone que va a durar la relación. Por ejemplo, la carta podría decirle una noche, dos meses, 20 años, o toda la vida. No todas las relaciones están hechas para que duren toda la vida. Cuando las relaciones duran más de lo que se suponía (que es lo que suele ocurrir), ocurren todo tipo de problemas y si la relación acaba en algún punto, cada persona se sentirá terrible sobre cómo ha terminado, se odiarán uno al otro y habrá un montón de dolor. Cuando la relación termina antes por alguna razón, en ocasiones las dos personas se quedan para siempre con la sensación de lo perfecta que era la otra persona y de que podrían haberse convertido en el amor de su vida. Sin embargo, cuando la relación termina justo en el momento previsto por la adivinadora (lo que suele ocurrir raramente) es normalmente agridulce. Cada persona siente amor y cariño por la otra persona, gratitud por lo que han compartido y en paz con el conocimiento de que eso tenía que acabar.

Texto traducido por: Cecilia de Arriba Rivas

Texto original: https://www.psychologytoday.com/blog/is-psychology-making-us-sick/201709/when-relationships-fall-apart

Comunicación Auténtica

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¿Qué es una comunicación auténtica? Desde nuestra reflexión y debate, pensamos que la comunicación auténtica es aquella que es fruto de la conversación con una misma desde una honestidad hacia nosotras y hacia la otra persona. Podemos responsabilizarnos de cómo nos comunicamos con la otra persona, pero no podemos responsabilizarnos de cómo la otra persona va a responder.

Para tener esta conversación con nosotras mismas, nos basamos en los pasos de la CNV que planteó Marshall B. Rosenberg, y a través de ellos, hacemos un viaje personal de reflexión interna. Los pasos que hemos considerado, son:

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Paso 1. DESCRIPCIÓN: Como si fuera una escena de teatro. Observa la escena del conflicto desde una perspectiva lo más objetiva posible y sin interpretaciones personales.Vivimos las cosas, nos cargamos de sentimientos y nos vamos a casa… y revivimos todo lo que ha pasado y nos llenamos y nos regodearnos en todo lo que hemos sentido. STOP! Respira… vuelve a la escena y mira la escena con otra mirada, otras perspectivas. ¿Qué ves? ¿Qué escuchas? ¿En qué te fijas? ¿Cómo la describirías? ¿Qué ha pasado? ¿Cómo se han sucedido los hechos?

Aquí el reto que nos encontramos es observar la escena sin evaluarla ni interpretarla. El mejor ejercicio es intentar ver la escena, desde fuera, como si estuviéramos en el público.

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Paso 2. PENSAMIENTOS: ¿Qué pienso de lo que he visto?

Rosenberg habla de “identificar y expresar los sentimientos” en el segundo paso y nosotras hemos querido añadir un paso intermedio que sea identificar también nuestros pensamientos, que son diferentes de nuestros sentimientos. Los pensamientos están más relacionados con “cómo pensamos que las otras personas nos tratan” o “qué pensamos de nosotros mismos”.

Es habitual confundir sentimiento y pensamiento. Una clave para identificar si estamos expresando un pensamiento en vez de un sentimiento es fijarnos si habla de una acción de los demás sobre nosotros, de cómo interpretamos el proceder de los demás. Por ejemplo, “me siento excluido”…. la exclusión no es un sentimiento sino un pensamiento, pienso que me excluyen o pienso que me excluyo, habla sobre una acción; y cuando pasa eso puede que tenga sentimientos de soledad, por ejemplo.

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Paso 3. SENTIMIENTOS: ¿Qué sentimientos hay detrás de mis pensamientos? ¿Cómo me hace sentir que me excluyan?

Cuando observas cosas que no te gustan, es muy fácil que aparezcan pensamientos que proyectan una realidad que aumenta este desagrado. Sin darnos cuenta nos vemos encarcelados por esos pensamientos y nos separamos de los demás.

Es importante, separar lo que ha pasado de cómo nos ha hecho sentir. Tenemos que hacer un trabajo de desindentificarnos del pensamiento que nos ha hecho interpretar la escena y etiquetar a las personas. Las personas no somos solo lo que hacemos o lo que pensamos.

Desgranar desde los pensamientos, mis sentimientos reales, resulta, a veces, costoso. La clave es conectar con la emoción en tu cuerpo, en el momento de la escena. ¿Cómo es esa emoción y qué sentimiento la define? Vuelve a la escena conectando con tu emoción y tu cuerpo. ¿Qué emoción emergió en ese momento? ¿Podrías rescatarla?

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Paso 4. NECESIDADES: ¿Cuáles son las necesidades no satisfechas que me han hecho sentirme de esa manera?

¿Cuál es el origen de esos sentimientos? “Lo que hacen los otros puede ser el estímulo de nuestros sentimientos, pero no la causa” (Rosenberg) ¿Qué necesidad esperaba cubrir y no se cubrió cuando viví esa situación? Cuando somos sinceros y honestos con la necesidad que queremos satisfacer y la compartimos; hay más probabilidad de que la podamos satisfacer. Compartir la necesidad es un gesto de compasión contigo misma y da claridad en mi relación con los demás y conmigo misma.

A veces nos comportamos pensando más en cubrir la necesidad de la otra persona, interpretando cuál es esa necesidad y a veces la información está distorsionada. Cuando nos llega la necesidad expresada de forma clara, empatizamos y es mucho más fácil que le demos respuesta adecuadamente.

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Paso 5. PETICIÓN. Las acciones concretas que pedimos para enriquecer nuestra vida.

Nosotras mismas somos las que mejor sabemos cómo satisfacer nuestra propia necesidad. Habrá una parte de esa necesidad que puedes cubrir tú misma y habrá otra parte en la que puedes hacer una petición (sin exigir) sobre cómo podría la otra persona satisfacer una parte de tu necesidad. Aquí es importante preguntarnos: ¿Qué puedo pedir? y ¿Hasta dónde la otra persona puede cubrir mi necesidad?

En este paso es importante que la otra persona comprenda la necesidad que se quiere cubrir, para que la petición también pueda ser entendida. Cuanto más específica, clara, concreta y realista; mejor.

Cuando los demás confían en que nuestro propósito primordial es la calidad de la relación y que esperamos que el proceso satisfaga las necesidades de todos, pueden confiar en que nuestras peticiones son realmente eso y no exigencias camufladas. 

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El objetivo es una relación basada en la honestidad y la empatía. Por lo tanto, en la relación con los demás buscaremos expresarnos con honestidad sobre nuestra situación externa e interna, a través de los cinco pasos anteriormente expuestos, y también escucharemos con empatía lo que la otra parte quiere expresar. Es tan importante la expresión honesta como la recepción empática. 

La empatía consiste en una comprensión respetuosa de lo que los demás están experimentando. Requiere de desprendernos de ideas preconcebidas y prejuicios, estando presentes y escuchando con todo nuestro ser. El filósofo Martin Buber describe con estas palabras la calidad de la presencia que nos exige la vida: «Pese a todas las similitudes, cada situación de la vida, como un niño recién nacido, tiene un nuevo rostro que no ha aparecido nunca ni volverá a aparecer jamás. Exige, pues, una manera de actuar que no puede preverse de antemano. No exige nada de otro momento vivido en el pasado, sino presencia, responsabilidad: nos exige a nosotros mismos».

Cuando creemos que tenemos que “arreglar las cosas” para que los demás se sientan mejor, dejamos de estar presentes. Suele ser frustrante para una persona que necesita empatía que la tratemos como si necesitara que la tranquilicemos o le demos consejos, verificar preguntando antes si lo necesita o no, nos ayudará a estar presentes en el proceso sin proyectar nuestra manera de ver las cosas.

Hasta aquí el enfoque de la Comunicación Auténtica que empieza con la conversación con uno mismo, como proceso personal de aclaración, y con los demás sobre cómo lo estoy viviendo, qué necesito y por donde quiero continuar, en un primer paso para la resolución.

 

Escrito por Ceci y Fono